Desde Summa Humanitate con la colaboración de la Fundación ATASIM hemos querido ayudar a 125 mujeres de Morona, Ecuador a superar los efectos de la crisis económica que se provocó durante el periodo del COVID 19 y se decidió enseñar a estas paisanas en el conocimiento ancestral y saberes sobre especies medicinales, su promoción, así como la distribución de dichos productos hacia puntos de venta a nivel provincial o nacional.

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Para ello se realizaron varios talleres de formación en liderazgo, cooperativismo y educación financiera, así como en igualdad y prevención de violencia hacia las mujeres y además se sensibilizó a las participantes sobre la importancia de la manipulación de alimentos en la salud de los consumidores. Estas capacitaciones impactaron positivamente en las participantes, mejorando su perspectiva sobre temas de liderazgo y asociatividad, además de empoderarlas para asumir roles de liderazgo en sus comunidades. Además se construyó y equipó una planta procesadora artesanal para el clasificado y envasado de productos deshidratados, cumpliendo con normativas de calidad y sostenibilidad ambiental. Se formó un comité para la gestión de la planta, garantizando su funcionamiento efectivo y participativo.

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El diseño del envase se fundamentó en una estrategia doble: asegurar la integridad y la frescura del producto a través de materiales sostenibles  y  emplear técnicas de diseño gráfico  para crear una imagen de marca distintiva.

Por otra parte la interacción con empresas del sector y la implementación de estrategias de promoción fueron indicativos de un progreso sólido hacia el objetivo de establecer una cadena de distribución efectiva para las infusiones que, a día de hoy, ya es un hecho.

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Gracias a este proyecto hemos conseguido dar trabajo a varias familias y mejorar un poquito su calidad de vida mediante la enseñanza y el trabajo.

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